La Javierada

javierada

La llamada Javierada, es una tradición Navarra que se celebra  desde el Año 1940. Se trata de ir caminando desde todas las villas, pueblos, ciudades hacia el castillo de Javier,  lugar de nacimiento de San Francisco Javier.

El día de  la marcha, se celebra (normalmente), el primer fin de semana  de Marzo. Dependiendo del lugar de partida, puede oscilar desde  unas horas ( lugares cercanos al castillo) hasta tres días  en el caso de las mas lejanas, como por ejemplo  las gentes de la Ribera.

La ruta que normalmente utilizan los  de Tudela (es el caso que nos ocupa ), es:  Salir de madrugada, después de una misa en la Plaza  nueva, cruzan el milenario puente sobre el Ebro, después de  unos 13 Km. llegan a Arguedas, donde algunos que van  por “libre” compran el pan tierno, almuerzan y ya se  dirigen a la ermita Virgen de Yugo, donde es el  almuerzo que prepara la organización.

Después de descansar y almorzar,  se introducen en las Bardenas, por el paraje llamado Landazuría,  donde después de 3 horas llegan al lugar llamado “el  Plano”, donde comen un buen calderete, es aquí donde se  juntan casi todos los pueblos de la Ribera. Después de  comer, descansar y curarse de las ampollas, reanudan el camino.

Ya sobre las seis de la tarde llegan al Monasterio  de la Oliva, donde se procede a hacer otra cura  para los que lo necesiten; a dos kilómetros se encuentra  el fin de la primera etapa: Carcastillo, donde normalmente se  encuentra sitio para dormir en la Iglesia ó las escuelas  públicas.

Antiguamente, a la salida de la misa de la  tarde ( el mismo día que se llega) las familias  del pueblo, acogían a los peregrinos en sus casas, pero  por desgracia y a causa de gamberros que venían mezclados  con los peregrinos, destrozaban, robaban, en las casas de acogida,  esta costumbre se perdió.

Ya al siguiente día (Sábado) sobre las  nueve de la mañana, se dirigen por las orillas del  río Aragón al lugar del almuerzo: San Isidro del Pinar,  donde recobran fuerzas para afrontar Monte Peña, una etapa muy  dura y a la vez hermosa, ya que durante todo  el recorrido, el verde es el color dominante.

Una vez  llegado a la cima se observa, la sierra de Leyre  que en sus faldas se encuentra el monasterio de Leyre….  y próximo el castillo de Javier, donde llegarán el Domingo.  En las faldas de Monte Peña, se encuentra la Villa  de Peña, donde se come.

A lo lejos se divisan ya  los campanarios de Sangüesa, ciudad que se encuentra a unos  8 Km. y el final de la segunda etapa, donde  se duerme…, pero de unos años a esta parte, se  celebra la gran noche, donde las discotecas, bares, y demás  establecimientos del gremio hacen “su Agosto”, pero los verdaderos peregrinos  hace horas que duermen…

Ya el domingo, se organiza  el “gran” Viacrucis donde el Obispo a la cabeza, y  miles de Navarros y Navarras realizan los últimos 8 Kilómetros,  hasta el Castillo de Javier, donde se celebra una misa  al aire libre.

Los peregrinos buscan los coches ó el autobús  a donde les llevarán a sus casas, se intercambian direcciones,  teléfonos con gente que han conocido durante el camino…se despiden  con abrazos y se dicen: ¡¡¡ Hasta el Año que  Viene !!!

El Castillo de  Javier

Los orígenes del Castillo de Javier fueron el de centro  defensivo allá por el siglo X.

Fue restaurado en 1952 y  hoy en día es importante centro turístico (es museo desde  1986) y religioso.

En el castillo nació San Francisco  Javier, patrón de Navarra, en el año 1506. Todavía se  conserva el aposento del santo así como diversas estancias que  el conoció, como la capilla decorada con pinturas murales que  representan la Danza de la Muerte. Ademas hay un crucifijo  al que se le atribuye el milagro de sudar sangre  el día en el que el misionero murió en China.

Abierto  todos los días de 9 a 13 h y de  16 a 19 h. Entrada hasta media hora antes.
Entrada: la  voluntad.

Castillo de Javier – 31411 JAVIER
Telefono:  948 884024

(Fuente: ciudadtudela.com)

Como supuesto antecedente histórico cabe hablar de la novena de gracia a San Francisco Javier determinada en Nápoles en 1634 cuando Marcelo Maestrilli, herido de gravedad con un fuerte golpe en la cabeza, refirió la aparición del santo que le prometió su curación y le informó de su futuro martirio. En ese momento el santo le indicó que la novena debía realizarse nueve días antes de su canonización, que fue el 12 de marzo de 1622.

Otro supuesto antecedente fue la peregrinación organizada por la Diputación Foral de Navarra el 4 de marzo de 1886, dado que Navarra no sufrió la epidemia de cólera de aquel año, considerando algunos que el santo la había evitado.

Sin embargo la primera javierada fue el 10 de marzo de 1940 y tuvo como promotores a los tradicionalistas carlistas de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, que habían organizado la peregrinación con el propósito de «perpetuar el espíritu de la Cruzada». Unos cinco mil peregrinos se congregaron en un acto precursor del nacionalcatolicismo español y recibieron la bendición del arzobispo de Pamplona, Marcelino Olaechea. Este obispo, que había sido de los primeros en dar el nombre de «Cruzada» a la Guerra Civil española, fue el inspirador de las javieradas. Al año siguiente se convocó de forma oficial la peregrinación para el segundo domingo de marzo. En su convocatoria, en la hoja diocesana La Verdad, se empleó por primera vez el nombre Javierada de Navarra. Fueron 360 los peregrinos que hicieron el recorrido entre Pamplona y Javier, en un acto abiertamente relacionado con las ceremonias del bando victorioso en la pasada guerra. En años sucesivos la organización de la misma fue recayendo en la sección masculina de Acción Católica, dirigida por el sacerdote Santos Beguiristáin, que desplazaría con el tiempo a la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz.

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